domingo, 25 de noviembre de 2012

CARTA DE UN(A) HIJO (A) A SUS PADRES

* No me den todo lo que les pida. A veces sólo pido para ver hasta cuánto puedo tomar. * No me griten. Los respeto menos cuando lo hacen, y me enseñan a gritar a mí también, y yo no quiero hacerlo. * No den siempre órdenes. Si en vez de órdenes, a veces me pidieran las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto. * Cumplan las promesas, buenas o malas. Si me prometen un premio dénmelo; pero también si es castigo. * No me comparen con nadie, especialmente con mi hermano o hermana. Si me hacen lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir; y sí me hacen lucir peor que los demás, seré yo quien sufra. * No cambien de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer; decídanse y mantengan esa decisión. * Déjenme valerme por mí mismo. Si hacen todo por mí, yo nunca podré aprender. * No digan mentiras delante de mí ni me pidan que las diga por ustedes, aunque sea para sacarlos de un apuro. Me hacen sentir mal y perder la fe en lo que me dicen. * Cuando yo hago algo malo no me exijan que les diga por qué lo hice. A veces ni yo mismo lo sé. * Cuando estén equivocados en algo admítanlo y crecerá la opinión que yo tengo de ustedes. Y me enseñarán a admitir mis equivocaciones también. * Trátenme con la misma amabilidad y cordialidad con que tratan a sus amigos; ya que porque seamos familia eso no quiere decir que no podamos ser amigos también. * No me digan que haga una cosa y ustedes no la hacen. Yo aprenderé y haré siempre lo que ustedes hagan, aunque no lo digan; pero nunca haré lo que digan y no hagan. * Cuando les cuente un problema mío no me digan: "No tenemos tiempo para tonterías" o "Eso no tiene importancia". * Traten de comprenderme y ayudarme. * Quiéranme y díganmelo. A mí me gusta oírselos decir, aunque no crean necesario decírmelo. * Abrázenme, necesito sentirlos mis amigos, mis compañeros a toda hora.




miércoles, 7 de noviembre de 2012

JÓVENES DEL MES DE NOVIEMBRE

Este   es   el  legado para     que  los    jovenes     vean   y  crean,   Dios  nos   instruye   y  nos   pide  que  
a   sus      hijos   muy  amados  que  ÉL   llama  los   tratemos      y  que  ante   su presencia  se   sientan     felices;   muestra   de ello   miren   los     rostros  alegres  que   cada  mes      nos  envia.   ANIMO     DIOS     AMA  A    SUS   HIJOS    DE  UNA  MANERA  ESPECIAL.